About convivencia feliz
La resolución de este punto está muy ligada al primero; es decir, necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en la “necesidad”
Pero otra cosa sucede con el amor nuestro de cada día. El amor que verdaderamente somos capaces de sentir y el que esperamos que otros puedan sentir por nosotros. Para bien y para mal, ese amor no es ningún sentimiento sublime e ilimitado.
El amor verdadero es un tema que ha cautivado a la humanidad a lo largo de los siglos. Todos, o la mayoría de nosotros, hemos suspirado en algún momento de nuestra vida, sobre todo en la adolescencia y en la juventud, por ese amor que consideramos que era lo más maravilloso que nos había pasado, nuestra alma gemela.
El chico se balanceaba con ganas y le contaba al árbol las cosas que le pasaban cotidianamente en casa.
Los que saben qué es amar no dependen de la persona amada, ni permiten que ella dependa de ellos. Amar implica siempre crear un espacio de libertad para ambos, sin exigencias ni sacrificios.
Sobre todo cuando esta distancia sentimental es valorada socialmente como una opción positiva e incluso como una actitud educada y racional.
«El Beso» de Gustav Klimt: Esta famosa pintura simboliza la pasión y el romance. La fusión de los amantes en colores dorados y patrones entrelazados representa una unión casi espiritual, capturando la esencia del amor verdadero en su forma más fileísica y emocional.
Esto nos conduce a valorar el papel de la individualidad en el contexto de una relación de pareja. Girona señala que hay que encontrar un equilibrio saludable entre la individualidad y la vida en pareja y reconoce que se trata de un desafío constante.
La paciencia es clave en el amor verdadero. Reconocer que cada persona tiene sus tiempos, procesos y momentos de vulnerabilidad contribuye a construir una relación sólida y duradera.
Se ve en los pequeños actos cotidianos de bondad y consideración, en la forma en que las parejas se comunican y resuelven conflictos, y en el apoyo mutuo que se brindan en los buenos y malos momentos.
Los miedos hacia el futuro y hacia lo que pueda ocurrir con esa relación presente tampoco importa. Porque no hay temores, solo la convicción de que aquello que se quiere, se cuida y se disfruta aquí y ahora.
Aquí reside la famosa creencia de que el amor verdadero perdona porque respeta las diferencias, persevera en get more info la relación mediante reconciliaciones porque sabe que ambos quieren resolver los problemas y ultrapasar el dolor inicial.
¿Cómo se manifiesta este amor en nuestras relaciones diarias? La siguiente sección proporciona ejemplos prácticos y cotidianos que ilustran cómo reconocer y valorar el amor verdadero en nuestras propias experiencias.
Es encontrar a alguien que te hace crecer, que te reta y te motiva a ser una mejor versión de ti mismo.
Si el amor duele, significa que no es amor, que estamos confundiendo sentimientos y que nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Es decir, si percibimos que nos estamos ahogando ¿no es ya el momento de salir del agua?